Desde hace 45 años, Chiruca es líder en su sector. La calidad de la marca, la confianza que inspira en sus clientes y la garantía del trabajo bien hecho están detrás de su éxito. En todo este tiempo, Chiruca ha conseguido que nos refiramos a las botas de monte como “las Chiruca”, igual que ocurre con el papel “Albal” o los “Kleenex”; y eso no es fácil de lograr. Lo han conseguido con un único secreto: hacer las cosas bien.
En la fabricación de las botas sólo se utilizan los mejores materiales: pieles españolas, membranas impermeables y transpirables y suelas de poliuretano y caucho. Entre sus proveedores destacan Gore-Tex y Vibram, reconocidos como los mejores del mundo en membranas hidrófugas y en suelas para botas de monte.
La fabricación es un complejo proceso que comienza por el propio diseño. Un equipo transforma en realidad las necesidades del usuario, tanto a nivel estético como de comodidad y ligereza, de acuerdo siempre con las prestaciones más exigentes.
Después, con maquinas de última generación, se corta la piel y otros materiales de la bota. Algunas se componen de más de 40 piezas diferentes. En esta fase es fundamental el calcetín de Gore-Tex, la membrana impermeable y transpirable, que una vez fabricado se somete a una prueba de inmersión para comprobar que no tiene ningún escape.
Una vez listas todas las piezas se pasa al guarnecido, donde se unen todas las piezas excepto la suela, que es fijada a continuación. La bota está casi terminada, pero aún queda aplicarle una capa de hidrofugante exterior para asegurar su impermeabilidad. Y todavía queda una dura prueba: algunas son seleccionadas al azar para ser rellenadas de agua e introducidas en una centrifugadora durante 40 minutos para verificar que son estancas.
Las pruebas no acaban aquí. Los laboratorios de Chiruca realizan estrictos controles de calidad. La piel es sometida a ensayos de tracción, desgarro, flexión e impermeabilidad. Las suelas pasan duras pruebas de desgaste y flexibilidad. Y otros muchos más ensayos como el que elige al azar botas ya terminadas para arrancarles la suela por la fuerza y determinar la resistencia de la unión entre la suela y la bota.
Todo para conseguir unas botas de gran calidad, porque en Chiruca son conscientes de que un cliente contento es un cliente fiel. Sólo así han conseguido mantenerse como un referente durante 45 años y no piensan dejar de serlo.
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